Los utensilios de plástico de un solo uso tienen los días
contados, también, lógicamente, en la hostelería. En España, se
prevé implantar su prohibición a partir del 1 de enero de 2020,
por lo que restaurantes y el resto de negocios hosteleros tienen
que adaptarse a la nueva legislación sobre plásticos, que será
implantada en toda Europa a partir de 2021.
Hay que tener en cuenta, como punto de partida, una
realidad muy preocupante, y es que más del 80% de la basura
hallada en los océanos es plástico y que, de ese porcentaje, los
utensilios de un solo uso representan al menos el 70%.
Es ya conocida y está completamente interiorizada (salvedad
hecha en las grandes cadenas, principalmente del sector textil,
por todos todas conocidas, que se resisten a abandonar esta
práctica, y además lo hacen con cierta impunidad) la prohibición
existente desde el 01 de julio de 2018 de la entrega gratuita a
los consumidores de bolsas de plástico en los puntos de venta de
bienes o productos, así como en la entrega a domicilio, a
excepción de las bolsas de plástico muy ligeras.
A partir del 1 de enero de 2020 se prohíbe la entrega de
bolsas de plástico ligeras y muy ligeras al consumidor en los
puntos de venta de bienes o productos, excepto si son de
plástico compostable que cumplan los requisitos de la norma UNE-
EN 13432 o equivalente. Así mismo, se prohíbe la entrega a los
consumidores, en los puntos de venta de bienes o productos, de
bolsas de plástico fragmentables y por último las bolsas de
plástico de espesor igual o superior a 50 micras contendrán un
porcentaje mínimo del 30 % de plástico reciclado.
También a partir del 1 de enero de 2020 queda prohibida la
venta de platos, cubiertos, vasos, tazas de plástico y bandejas
alimenticias de un solo uso hechos de plástico que no entren
dentro del ámbito de aplicación del Real Decreto 293/2018, de 18
de mayo, sobre reducción del consumo de bolsas de plástico y por
el que se crea el Registro de Productores, excepto los que sean
compostables de acuerdo con la norma UNE EN 13.432:2000.
A partir del 1 de enero de 2020 queda prohibida la
distribución y venta de:
- Productos que contengan microplásticos o nanoplásticos, y de
las versiones no recargables de mecheros, maquinillas de
afeitar, cartuchos y tóneres de impresora y fotocopiadora. - Productos de usar y tirar en los establecimientos de
hostelería y restauración para el consumo de alimentos en el
mismo local. - Las cápsulas de café de un solo uso fabricadas con materiales
no fácilmente reciclables, orgánicamente o mecánicamente. - En el caso de otros residuos con plásticos, como las
toallitas higiénicas, los tampones y los globos, establecer la
obligación de etiquetar los productos, para que los consumidores
sean advertidos de los negativos impactos ambientales que
generan su uso y abandono.
Esta nueva normativa podemos encontrarla, entre otra más
específica, en la Proposición de Ley para la reducción de los
plásticos de un solo uso publicada en el BOE el pasado 16 de
julio de 2019.
Y cual es el impacto en el sector de la hostelería, pues
es, como puede intuirse, muy considerable. Hay que tener en
cuenta que, cierto es que, en el sector de la hostelería, el
porcentaje de reutilización y de reciclaje de envases ha
aumentado en los últimos años, pero aun así es uno de los
sectores en los que menos se recicla ya que la decisión, en
muchas ocasiones, recae sobre el cliente. Pero ahora ya no hay
alternativa, hay que concienciarse y poner en marcha la
maquinaria de análisis de cuáles pueden ser algunos elementos
que susceptibles de cambio dentro de los restaurantes para
reducir el impacto medioambiental.
Algunas de las que ya existen sobre la mesa son las siguientes: - Envases de comida para llevar: sustituir los envases de
plástico de comida para llevar por materiales
biodegradables como la celulosa o la caña de azúcar. - Ticket: muchos de los tickets emitidos por los
restaurantes contienen bisfenol A, un producto químico
tóxico empleado para fabricar plásticos durante décadas.
Muchas empresas están empezando a enviar el ticket por
email, lo que servirá también para reducir el consumo de
papel. Esta puede ser una buena solución, pero en mi
opinión, no puede ser generalizada, por el momento, el
cliente ha de poder revisar el ticket en el momento, para
verificar que está todo correcto, así como que hay que
contar que no todos los usuarios y consumidores cuenta con
correo electrónico. Entiendo que esta medida debe ser
opcional para el usuario. - Manteles: otra forma de disminuir el plástico de los
negocios de hostelería es eliminar los manteles de
plástico y cambiarlos por otros materiales como el papel o
la tela. - Las pajitas de las bebidas: se puede optar por el uso de
pajitas de materiales biodegradables como el bambú o el
maíz. Estas podrán ser recicladas en menos de un año.
Empiezan ya a verse con cierta asiduidad. - Botellas de agua: podrían ser sustituidas por
dispensadores de agua o botellas elaboradas con otros
materiales como el cartón. En alguna normativa autonómica
ya se ha implantado la obligación de todos los locales de
hostelería y restauración a ofrecer «siempre a los
clientes la posibilidad de tomar agua del grifo, de forma
gratuita y complementaria a la oferta del propio
establecimiento». Como la Ley Foral de Residuos de
Navarra.
- Poner en marcha iniciativas en los que al cliente se le
realiza un descuento por llevar su propio tupper, termo o
botella. - Queda a la “imaginación” de cada centro hostelero el
implantar su propia política de reducción del plástico. Si
bien es cierto que los que más se verán afectados, sin
duda, son los establecimientos de comida rápida en los que
uso del plástico está generalizado y es masivo.
En el sector hostelero de Galicia hay que tener en cuenta
también la normativa autonómica, “Lei de residuos e solos
contaminados”, en la que se va un poco más allá de la normativa
estatal y la comunitaria, y podrá en marcha a partir del año
2020 que cuando un consumidor o usuario abandone un restaurante
en Galicia se llevará consigo los alimentos que no se haya
comido en un recipiente si así lo desea y sin tener que pedirlo.
Todo un cambio de mentalidad, sin duda, al cual no estamos
acostumbrados, ni los hosteleros ni tampoco los consumidores. En
estos casos en que los restaurantes devuelvan la comida sobrante
a sus clientes se permitirá el uso de vajilla de plástico
siempre que no presente al menos el 50% de material
biodegradable.
Adaptarse lo antes posible, es una necesidad para todos.
Fdo. Elena Moreira Agra.
Abogada. Colegiada 2.066 del ICA de Santiago.
http://emoreiralaboral.com