Una relación cordial entre progenitores y tiempo equilibrado con ambos, repercute en el bienestar emocional de los niños, siempre es mi primer consejo profesional y personal para mis clientes, aunque no siempre sea posible.
En primer lugar, es fundamental pactar el periodo que van a pasar los niños con cada uno de los dos, sí todavía no hay convenio o sentencia.
Aunque SIEMPRE este periodo se puede acordar, cuando la relación entre ambos progenitores es buena, porque no todos los años son iguales y nadie mejor que los progenitores pueden organizar las vacaciones con sus hijos, o , en caso contrario, cuando no hay otro acuerdo o simplemente alguno quiere seguir lo regulado, se puede asignar de forma automática según convenio. Existen diferentes opciones. Las más comunes son por meses, por quincenas o por semanas (normalmente se suele tener en cuenta la edad de los/as hijos/as y las necesidades laborales de los progenitores para establecer los periodos en el convenio/sentencia).
Algunos padres y madres que optan durante el curso por el reparto por semanas continúan haciéndolo así durante el periodo vacacional ya que es una forma de que los niños y niñas no cambien demasiado sus rutinas ni pasen demasiado tiempo sin ver a uno de los progenitores, sobre todo cuando son muy pequeños.
Uno de los repartos más frecuentes es el quincenal ya que da margen para hacer algún viaje un poco más largo y disfrutar de más días fuera del lugar de residencia habitual.
Finalmente, el reparto tradicional por meses puede no ser recomendable si los niños son muy pequeños, ya que supone estar demasiados días sin ver a uno de los progenitores. Además, también es mejor para nosotros pasar menos días fuera de casa y no muy lejos cuando se trata del primer verano que asumimos sin la colaboración del otro progenitor el cuidado de los peques y toda la planificación de las vacaciones.
En realidad, el mejor reparto será aquel que mejor se adecue a las características y necesidades de cada familia!
Antes de que comiencen las vacaciones y, además de pactar el reparto, lo ideal es acordar algunas indicaciones básicas en cuanto a rutinas, comidas, horarios, etc. para que los niños y niñas no noten mucha diferencia entre las vacaciones con cada uno y se sientan más seguros. También es necesario facilitar el contacto con el progenitor del que el peque se separa, para mantener el vínculo (necesario para el bienestar y desarrollo del menor) y evitar que lo eche en falta.
Si estamos en la segunda situación, cumplimiento estricto del convenio/sentencia, tienes que leer con tranquilidad tu convenio regulador o tu sentencia de divorcio, o de guarda y custodia, para tener claridad sobre cómo se hace el reparto del periodo de vacaciones.
Cada Convenio regulador es único y especial porque las características de cada pareja con hijos son únicas.
Se entiende por vacaciones de verano el periodo de tiempo no lectivo (sin clase) que va desde el final del curso en el mes de junio hasta el comienzo del nuevo curso en septiembre.
El calendario que indica el periodo exacto es el del centro escolar al que asistan los hijos menores o, en caso de no existir, el calendario escolar de la localidad o comunidad autónoma en la que se encuentra ubicado el centro escolar.
Y por último, SI, rotundamente , sí tienes que pagar la pensión alimenticia en vacaciones como cualquier otro mes ya que se calcula por año y se prorratea por meses.
Ánimo mamis/ papis que con buena voluntad, todo puede ir genial para vuestros/as peques.
foto: Lala Azizli