Plan me cuida: ¿soluciona los problemas reales en la práctica?

Te explico en qué consiste y mi punto de vista.

Permíteme que lo dude. Te voy a explicar en qué consiste:

Las personas trabajadoras por cuenta ajena que acrediten deberes de cuidado respecto del cónyuge o pareja de hecho, así como respecto de los familiares por consanguinidad hasta el segundo grado de la persona trabajadora, tendrán derecho a acceder a la adaptación de su jornada y/o a la reducción de la misma (con la consiguiente disminución proporcional del salario), cuando concurran circunstancias excepcionales relacionadas con las actuaciones necesarias para evitar la transmisión comunitaria del COVID-19.

Es decir, derecho a adaptar la jornada o reducirla con reducción de sueldo. Tienes que pedirlo con 24 horas de antelación a la empresa y que esta no se oponga, si no tendrás que acudir al Juzgado a través de un procedimiento de urgencia. Y puede llegar la reducción al 100% en caso de que sea necesario y esté debidamente justificado. ¿Y qué se puede pedir en caso de adaptación? Pues las opciones sin pedir un cambio de turno, modificar horario, flexibilizar jornada, cambio de centro de trabajo, o cambio en la forma de prestación de servicios (ej. teletrabajo).Aunque la considero una medida positiva, es muy poco ejecutable en la práctica para la mayor parte de las personas trabajadoras, pues parece que siempre se piensan estas medidas para el trabajo de «oficina» y, no, legislador@, la mayoría de los que tienen problemas de conciliación reales no son precisamente los que tienen trabajo de oficina (que también los tienen eh! que se me entienda bien), y plantéale tú, emplead@ de una pequeña Pyme de dos, tres, cuatro trabajadores (que son mayoría de nuestro entorno) que te vas a casa una temporada, y lo que es más inverosímil si cabe, dile a esa emplead@ que ya de por sí tiene dificultades para llegar a fin de mes y teme cada vez más perder su trabajo, uno, que se «atreva» a dar el paso y pedir alguna de estas medidas a su empleador@ y dos, y casi más importante si cabe, ¿se las puede permitir económicamente?

Tiene muy poco de realista. Considero que aún quedan muchas cuestiones pendientes por solucionar para las familias, como las situaciones de cuarentena preventivas y la solución para esa madres y padres a través de una baja médica o de alguna otra solución, que en algunos casos puede ser el teletrabajo pero que ya hemos visto que no es la solución definitiva y casi minoritaria. Esta situación, poco definida para las familias, ha supuesto en muchos casos soportar una doble carga de trabajo para la persona que se queda en casa, siendo la mayoría de ellas mujeres, por supuesto, perpetuando roles de género que se atribuyen a las mujeres, como son el cuidado de la familia, las tareas del hogar, etc. Los hombres siguen ocupándose de otras tareas, haciendo retroceder a la mujer al ámbito del cuidado familiar con lo que conlleva: abandono de sus puestos de trabajo y, de nuevo, una mayor dependencia económica de sus parejas masculinas o progenitores para poder sostenerse. Pero esto es «harina de otro costal»….veremos los efectos que esto todo tiene a medio plazo.